La iluminación juega un papel fundamental en la atmósfera de un hogar. En espacios de descanso como las habitaciones o la sala, la luz cálida no solo embellece el ambiente, sino que también favorece el bienestar. A diferencia de la luz blanca o fría, que estimula la concentración y la actividad, la luz cálida invita a la relajación. Su temperatura de color (entre 2200K y 3000K) imita la tonalidad del atardecer, ayudando a reducir el estrés y a preparar el cuerpo para el descanso. De hecho, estudios han demostrado que la luz cálida contribuye a la producción de melatonina, la hormona responsable del sueño. Nuestras lámparas artesanales, tejidas con fibras naturales como fique, terlenka y algodón, no solo aportan un toque de calidez visual, sino que también transmiten la serenidad de lo hecho a mano. Además, utilizamos bombillos de filamento con luz cálida, que generan una iluminación suave y acogedora, perfecta para crear un refugio de tranquilidad en casa. Apostar por la luz cálida es apostar por el descanso y el bienestar. Es transformar cada rincón en un espacio de paz y armonía, donde la iluminación no solo ilumina, sino que también abraza.